martes, 14 de diciembre de 2010

¿Vivir o morir?


 “¿Qué es lo mejor para nosotros mismos?, para nuestro ser, para nuestra alma, consciencia, cuerpo, como quieras llamarlo.

¿Dejar que nos insulten, que nos dañen, que nos maltraten o alzarse contra estas insolencias oponiéndose a ellas y que así cesen?

Morir y dormir y nada más. Tan semejantes ambos viajes son. Con el sueño damos un fin temporal a aquello que nos daña el corazón, que nos daña la existencia; damos fin a todos los males.

Morir, dormir, dormir… ¡¿Soñar caso?! Es una difícil elección, pues en el sueño de la muerte no sabremos que nos encontraremos una vez estemos allí. ¿Encontraremos la paz?

He ahí la razón de tan difícil decisión que nos lleva a la desgracia. ¿Pues quien podrá soportar los azotes y las burlas del mundo, la injusticia de la vida, la angustia del amor despreciado, la humillación, el desprecio, la arrogancia del poderoso, la soledad… ; cuando uno mismo tiene a su alcance el descanso en el filo desnudo del puñal?

¿Quién puede soportar tanto? ¿Gemir tanto? ¿Llevar de la vida una carga tan pesada hasta el fin de su existencia? Nadie, si no fuera por ese algo desconocido que hay tras la muerte
—ese lugar por descubrir de cuyos confines ningún viajero retorna—. Ese algo desconocido confunde nuestra voluntad haciéndonos pacientes ante la muerte, ante el infortunio. Nos hace ser pacientes antes que volar hacia un mal desconocido para nosotros.

La conciencia, así, hace a todos cobardes y, así, nuestra pequeña empresa se desvanece entre nuestro amasijo de pensamientos para nunca volver a merecer el nombre de la acción.”

Esta es mi propia adaptación del conocido fragmento “Ser o no ser” de la obra Hamlet de W. Shakespeare. Supongo que lo habréis reconocido ;). Gran texto.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿Acaso no sabéis que sois dioses?


Si “todo es uno” y “todo es dios” podemos llegar a la conclusión de que nosotros somos dioses. Dioses ignorantes de nuestra divinidad. Pero ¿tenemos esa divinidad dentro de nuestra humanidad?

¿No se dijo que “vosotros sois dioses pero como hombres moriréis”? Nuestra verdadera divinidad está ahí arriba, en nuestra cabeza. Somos seres pensantes (algunos no). ¿Esa es nuestra verdadera divinidad? Sinceramente, no lo sé.

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, por lo que ¿acaso no somos dioses?,  ¿acaso no sabéis que sois dioses?

¿Qué importa el camino que queramos escoger si no sabemos dónde ir?
Cuando en su caída Alicia llegó al fondo del pozo, vio varios caminos. Encontró un gato y le pregunto:
-“¿puedes decirme qué camino debo tomar?”
El gato respondió:
-“eso depende en gran parte del sitio donde quieras llegar”
Pero Alicia dijo:
-“es que no me importa mucho el sitio”
El gato respondió:
-"entonces tampoco importa mucho el camino que tomes"

"Tu alma anhela todo aquello que no ha experimentado.
Cuando tu alma anhela una experiencia, ello significa que necesita información emocional sobre esa experiencia.

Por eso, tu alma creará un sentimiento -llamado deseo- que cautiva la totalidad de tu ser y te impulsa hacia una aventura, una experiencia.

Entonces, cuando la experiencia ha terminado y las emociones se calman, has obtenido, gracias a esa experiencia, un tesoro mucho más valioso que todo el oro de este plano, te ha hecho avanzar hasta la sabiduría; lo cual indica que tu alma dice que ya nunca más tendrás que experimentar eso otra vez, pues has adquirido todo el entendimiento de ello.

Entonces, tu alma perseguirá otro anhelo, y serás impulsado a hacer otras cosas, porque lo necesitas, lo quieres, porque el fuego dentro de ti te impulsa a experimentar toda la vida.

Ahora, ¿piensas que alguna vez te aventuraste a experimentar algo sabiendo que te haría daño o que ibas a fracasar? No.
Siempre te has embarcado en cada aventura con gran curiosidad, interés y placer.

Y aunque al principio el resultado era un tanto incierto, la emprendiste simplemente porque nunca lo habías hecho antes.
La experiencia era nueva y excitante y querías aprender de ella.
Y aunque la aventura pudo causar dolor, eso te ayudó a comprender la emoción llamada «dolor», lo que aumentó tu entendimiento de la vida.

Así pues, esa experiencia tuvo un propósito en tu vida."

viernes, 3 de diciembre de 2010

¿Qué es la felicidad?

Normalmente me gusta poder poner una canción relacionada con lo que hablo en mis entradas. Hoy voy a a hablar sobre el concepto de felicidad y cómo podemos aprender a "fluir". Para ello quiero amenizar todo este "rollazo" con una gran canción de Coldplay: Fix You.



“Fix You” nos habla de cuando intentas dar a esa persona lo mejor de ti, pero no tienes éxito. De cuando obtienes lo que quieres, pero no lo que necesitas.
¿Qué es lo que realmente necesitas para ser feliz? ¿dinero, salud... amor? El concepto de amor es algo muy abstracto y subjetivo. O quizás, todos tenemos nuestra propia pirámide de Maslow y vamos evolucionando conforme satisfacemos nuestras necesidades primarias.

De eso habla la canción, de evolución, de evolucionar. ¿Pero de qué forma?

Nos habla de la sensación de cuando estás muy cansado, pero tus parpados se resisten a cerrarse y no puedes dormir. Cuando pierdes a algo que no puedes remplazar o simplemente cuando amas a alguien pero esto es un total desperdicio… 

De aquí que la canción nos invite a evolucionar y a dar una patada a lo que nos hace sentir mal, y vivir una buena vida. Para mí por lo menos habla de eso, cada uno que la entienda como quiera.... ¿Pero que es una buena vida?

La respuesta a esto nos la da el Sr. Csikszentmihalyi (no, no es un nombre inventado) en su libro Flow (Fluir) y debemos pararnos a pensar sobre ese concepto "buena vida", de que es la "felicidad" y que es eso de "fluir".

Puesto que es mi blog, puedo escribir cuanto me dé la gana y enredarme todo lo que quiera xD pero prometo enredarme solo lo justo.... Así que te invito a que leas las siguientes líneas y veras como descubrir lo que es el concepto de "fluir" te hará sentir mejor. Y si no es así, al menos lo he intentado.

¿Qué es el placer? El disfrute es una experiencia placentera que cumple alguna expectativa, una necesidad o un deseo; muy simple, ¿no? Con esto quiero concienciaros de que uno necesita aprender a cómo encontrar disfrute en lo que sucede día a día, para así lograr un estado de flujo.

Hay muchas formas de disfrutar, pero no me quiero enrollar con eso (en el libro está todo muy clarito xD). Debemos de ser capaces en concentrarnos en lo que hacemos y en lo que queremos. Cuando todas las habilidades de una persona son necesarias para desafiar una situación, su atención estará absorbida por la actividad, lo cual nos hará disfrutar.

Las experiencias agradables permiten a la persona una sensación de control sobre lo que se esta realizando. Lo que hace disfrutar a las personas no es el sentimiento de tener el control, sino el sentimiento de ejercer ese control en situaciones difíciles, de poder tomar las decisiones oportunas.

Por otro lado el vértigo, el sexo, las drogas, el trabajo... pueden alterar nuestra conciencia, y que así, cualquier actividad que transforme la manera en que percibimos la realidad puede hacernos disfrutar. Los sucesos se guardan en nuestra conciencia acorde a nuestras intenciones, cuando deseamos algo nuestra atención se centraliza en lo que deseamos y se descarta lo demás. 

Para disfrutar de la vida necesitamos que esta nos ponga desafíos, cada vez más difíciles, pero siempre acordes a nuestras habilidades. Poco a poco hay que buscar retos mayores, porque sino nos aburriremos. Si el desafío es mayor que nuestras habilidades para afrontarlo, nos sentiremos frustrados. De ahí que no se pueda disfrutar haciendo una misma cosa al mismo nivel durante mucho tiempo, ya que nos sentiremos aburridos o frustrados. ¿Verdad que pasa?

Después de todo este rollo, ¿Qué es fluir? Es sentirse bien con uno mismo, disfrutar el día a día, disfrutar de nosotros y de lo que nos rodea. Csikszentmihalyi define el concepto de flujo como un “estado en el que la persona se encuentra absorta y ajena a su propia personalidad cuando realiza una actividad que le produce placer y disfrute”. Durante esta actividad el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa. Todo el ser está envuelto en esta actividad, y la persona utiliza sus destrezas y habilidades llevándolas hasta el extremo. La persona está en flujo cuando se encuentra completamente absorbida por una actividad durante la cual pierde la noción del tiempo y experimenta una enorme satisfacción. (De aquí el porqué con las drogas y el sexo -entre otras cosas- podemos disfrutar, fluir, como decía antes...)

Cuando fluimos no es que seamos felices, porque para experimentar la felicidad debemos centrarnos en nuestros estados internos, y esto distraería la atención de la tarea que tenemos entre manos. Sólo después de que se ha completado la tarea tenemos tiempo para mirar hacia atrás, considerar lo que sucedió, y es entonces cuando nos vemos inundados de gratitud por la plenitud de esa experiencia; es entonces cuando podemos afirmar que somos felices. Pero no se puede ser feliz sin las experiencias de flujo.

Ya que has estado leyendo todo el royo, aquí la receta para ser feliz :) :
  • Relacionarse con las personas de tu entorno.
  • Una relación satisfactoria es un componente vital de la felicitad. La plenitud sexual también te hace sentir feliz.
  • El optimismo y la gratitud también influyen en la felicidad.
  • La envidia no aporta nada a la felicidad.
  • Mantenernos activos y hacer las cosas que se nos dan bien.
  • Gustarse y tratarse bien.
  • La libertad, el sentimiento de escoger también conduce a la felicidad.
  • El dinero no compra la felicidad.
En conclusión, todo depende de la persona, todos somos responsables de nuestra propia felicidad, o por lo menos parcialmente responsables.
Y todo esto ¿qué tiene que ver con la canción? En que evolucionemos y seamos felices, así de simple.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Infinita Ingenuidad...

Hoy me he dado cuenta de otra cosa, nunca acabamos de conocernos a nosotros mismos.

El otro día leí en un blog que cada uno tiene su “media naranja” y que el destino nos preselecciona ya con quien debemos estar, que persona nos hará feliz.

Eso me hizo reflexionar, ¿qué pasa si tu alma gemela muere antes de que la encuentres? ¿Te quedas solo? Pero… ¿y si nunca la encuentras?.

Tu “media naranja” no es algo que busques a lo largo de tu vida, ya que a lo mejor ni siquiera existe… probablemente ni exista… porque nadie es perfecto (“nunca encontraré el lugar”).

Alguien deja a su pareja porque cree que debe haber otro alguien “mejor” por ahí afuera, pero luego se da cuenta del error cometido (“me creía tan capaz”, “infinita ingenuidad”, “no vuelvo a hacerlo más”) y es ahí cuando, con dolor, echas de menos a esa persona (“este ruido no cesa”, “mi torpeza es total”).

De esto, nos habla esta canción:




No importa que alguien haya hecho un zumo de naranja con nuestra media naranja, en la vida hay muchas naranjas y manzanas :-)

sábado, 20 de noviembre de 2010

El Mito de Narciso

El narciso es una hermosa planta que llama la atención por su atractiva belleza. Pero sin embargo es una flor que huele mal. Tiene un fuerte olor algo desagradable. Hay personas que también son así, que por fuera son una atractivas pero por dentro no son más que un montón de mier... sin valor alguno, sin personalidad y portadoras de una máscara de la verdad.


El mito de Narciso:
Tanto doncellas como muchachos se enamoraban de Narciso a causa de su hermosura, mas él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco contenta respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: «¡Ven!». Después de responder: «Ven, ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que sólo quedó su voz. Para castigar a Narciso, Nemesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Requiem de un Dios -Parte III-

Bueno, ya por fin el desenlace de esta pequeña historia. Hace muchos años que la escribí y no recuerdo en quien pensaba entonces... pero a día de hoy, no va dirigida a nadie... Espero que os guste =)


PARTE 3

(...) Ahora ya puedo decir que he conocido lo bueno y lo malo, he vivido la muerte y he muerto en vida, he amado lo odiado y lo odiado lo he reverenciado, y ahora que el camino se acaba, no quiero ser uno más, no quiero soñar, no quiero vivir, no quiero morir, no quiero ser un irracional… tan solo quiero tenerte una vez más… déjame verte por última vez…

He comprado con lagrimas de sudor mi propia escalera al cielo, que peldaño a peldaño subo arrastrándome como la castigada serpiente del Génesis. Yo no he engañado a nadie, pues este sufrimiento no me pertenece, ¡reniego de él y de todo!... déjame besarte una vez más…

La escalera llega a su fin y allí estoy yo. Solo. Desamparado. Moribundo. Huérfano de tu amor. Ahora sé que todo lo que te di no sirvió de nada, pude darte más y no lo hice. Este es mi castigo, el castigo de un Dios… algo que nunca podré detener. ¡Reniego de ti, de ese Dios vengativo que todo lo sabe! ¡te buscaré en el confín del cielo y clavare mi propio puñal de dolor en tu dorso desnudo!. Conocerás el sufrimiento, el dolor, la amargura, la impotencia del querer y no poder.. se hará justicia. Yo seré el vengador de esta historia, crearé mi propia filosofía y sobre tu trono descansaré todo mi poder y ambición. Es la nueva era, el nuevo milenio. Mi muerte será el inicio de mi nueva vida en el cielo… tan solo me queda una cosa por hacer. Esperarla. Volverla a ver una vez más…

“Amigo, ¿dónde vas?” Me dice un gentilhombre que guarda las puertas del Cielo. “Vengo en busca del Señor, de Dios!!” – respondo. Y con el rostro despavorido como si el mismo Diablo salido del ardiente fuego del sufrimiento y del terror le estuviera hablando, responde “Dios… ¡ha muerto!... lo ha matado el hombre… ahora es su hijo quien cuida el Paraíso…”. Clave mi mirada de serpiente en sus aterrados ojos, blasfemé, y mis propias manos ahogaron el llanto de aquel señor que rogaba por su miserable vida. “Yo soy el mal que los hombres hacen…” exclamo mientras mis manos ahogan la vida.
Abriré la puertas del cielo, las abriré por ti… volveré a tenerte junto a mí…

Franqueé las puertas malditas, y allí estaba él, el hijo ilegitimo de Dios. ¡¡Ahora soy yo quien gana!!. Estoy arto de perder siempre la misma carrera, de ser el último en el juego del amor, de ganar siempre a ser el mas irracional… las cosas van a cambiar… Aquel hijo de Dios se dio cuenta de mi presencia, y tan solo me dijo “Este es mi reino, que encierra mi libertad, este es mi reino del que nunca puede escapar.  La muerte me hará libre al fin…”. Y así es como él mismo, en un acto de valentía y de honor se degolló el cuello manchando las preciosas nubes de sangre azul… de sangre de reyes… “Ahora que los grandes pilares de la tierra han caído, las cosas van cambiar, ya no hay dioses ni reyes, ahora tan solo existe el eterno retorno, yo desde lo más alto de los cielo os cuidare..” –murmuro-. Tan solo me queda una cosa por hacer… buscarla… encontrarla… tenerla… amarla…

Delante de mí se encontraba el Jardín del Edén. Franquee los enormes portones construidos con la sangre y el sudor de los lacayos de aquel Dios, unos portones de oro macizo decorado con todo tipo de piedras preciosas… Y allí estaba ella, tan bella, tan delicada, tan joven como la última vez que la vi. Los años no habían pasado por ese delicado rostro de porcelana. Sentada junto a la fuente de un bosque jugaba con sus cabellos, lloraba en silencio por un amor perdido… Ella no se había dado cuenta de mi presencia y con una suave voz sacada de lo más profundo de este ser irracional, le dije “Rezo en silencio por tenerte otra vez, hoy logré comprender que al final de mi vida, mi amor, te encontré”.
Con dos lagrimas en los ojos se abalanzó hacía mi y los dos nos fundimos en un mismo ser.

Desde entonces, jamás la he vuelto a dejarla escapar, y vivo mi muerte junto a ella, por los siglos de los siglos…

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Requiem de un Dios -Parte II-

Bueno, en primer lugar quiero agradecer a las personas que habéis leído estos días el blog y agradezco también vuestras críticas =)

Os dejo con la 2ª parte. Mañana a estas horas colgaré el desenlace.


PARTE 2

(…) Y allí estaba yo, tormento de un Dios y castigo de una humanidad. Por mi vacía mente recorría un sentimiento abstracto de sufrimiento, de angustia, de dolor… No quería sufrir, no quería morir envuelto en una fina capa de seda llamada “dolor”. Pero ¿qué es el dolor en sí?, ¿una sensación molesta?, ¿aflictiva acaso?... busco en el diccionario de mi cuerpo y encuentro mi propio significado: recuerdos, amoríos y desamores, una palabra mal dicha… todo se mezcla para darme un único sentido: dolor.

“Toma mi mano y sígueme, te mostraré lo que tus ojos no ven” –dice una sensual voz femenina. Esta vez no me engaño, esta vez no es la repartidora del Circulo de Lectores quien llama a mi cuerpo con suaves golpes de una falsa esperanza. Es La Muerte quien viene en mí busca. Lo sé, porque esa dulce voz de mujer, esa luz al final del pasillo, esa silueta angelical que me señala con un dedo acusador no puede ser otra cosa si no La Muerte.
¡Oh! ¡Bella y cruel muerte, cuanto tiempo he estado esperándote!. Solo dime una cosa ¿sufriré?, ¿sentiré dolor?. “Veras tu linda cara frente al espejo demacrada y el dolor será tu amor” – me responde con arrogancia. Si es eso lo que quieres, yo quitaré de tu trono a ese miserable ser que llama Dios, pues ciego esta el que mira atrás y no sabe reconocer su error, ¡¡¡su gran error!!!.

En de repente, el sol se apagó. El mar rugía con furia, como si el mismo Poseidón compartiera mi dolor y Eolo acariciaba mi rostro despertando ese vivo corazón que vive en mí, y que no sentía latir desde hace tiempo… Una tormenta nacía sobre mi cabeza, ¿acaso los jinetes del Apocalipsis venían en mi busca, por decir tal blasfemia? Y como un rayo caído del cielo, una grave y terca voz me habló:
Yo, Dios Todopoderoso, alpha y omega, padre del ser humano, artista del cielo y la tierra, y creador de todo cuanto te rodea. Yo, he sido quien ha enviado la muerte en tu busca…¡tan solo quiero verte sufrir!., me has ofendido, y pagaras tu cometido con el eterno descanso” –dijo con insolencia. Yo… sumido en la más profunda melancolía… dije: “¿Dónde esta toda aquella humildad que predicabas?, ¿dónde está el final si el hombre no hace más? ¡Tus paredes son solo de aire!...”… Silencio… nadie responde…

Apuro mis últimos segundos, mares de amargo desorden recorren ya mi alma, visiones de un tiempo mejor… ya siento el beso del aire en mis mejillas… me arrojo al vacío, la cuerda se tensa, un leve latido… es mi aliento. Muero… muero… muero porque no siento tu aliento, muero porque no te tengo cerca, muero porque ya no estas junto a mí… por ti muero. Allí donde estés, yo te buscaré… A morir… a explotar, quiero ser libre al fin… los buenos tiempos volverán… a morir!!